miércoles, 19 de octubre de 2011

Japatos Bicolor

Está claro que soy fan de las tiendas de segunda,  pero cuando se trata de zapatos prefiero buscarlos nuevos y, obviamente, en el area de ofertas. Sin embargo, es difícil que un par de zapatos llame mi atención. Por eso, cuando encuentro los zapatos al 2x1, generalmente termino llevando dos pares del mismo estilo en distinto color.
Pumps: Nine West, Sandalias: Tiendas Carrion
Ya que tengo la oportunidad, pensé experimentar un poco y hacerle como la magnífica Helena Bonham Carter en la ceremonia de los Globos de Oro. 
imagen: VogueUK
Podría decir que mi experimento es un intento de hacerle homenaje a su estilo "catastrófico", pero la verdad es que nadie puede hacerlo como ella. En mi clóset no encontré vestidos estrambóticos de Vivienne Westwood. Preferí usar lo que me sobra: shorts a la cintura y blusas estampadas de 60 lempiras ($3).
Blusa: Vintage, encontrada en tienda de segunda. Shorts: H&M, Collar: Primark (collar y shorts, adquisiciones de Londres.)
Me dió mucha gracia que al salir de mi casa, mi madre me dice, "así usaba los zapatos Mirna, mi compañera de la universidad". Ignoraba que fuese algún tipo de tendencia en los 80s (¡debí imaginarlo!) y aún más, que alguien en Honduras se atreviera a llevarla. Me quito el sombrero por Mirna, donde sea que esté. :)

domingo, 9 de octubre de 2011

Flowergirl

Iba saliendo de la tienda de manualidades cuando noté lo que sería mi próxima “gran” adquisición. Entre los recuerdos de boda y las letras de foam, una diadema de flores me hacía ojitos, revolviendo recuerdos de mi niñez. Si creciste en La Ceiba antes del mall, seguramente entenderás a que me refiero. Mis hermanas y yo usábamos esas famosas diademas en todo tipo de ocasiones especiales…
Dianita en su graduación de kinder.
Estas florecitas todavia son indispensables en las bodas de pueblo. Hace unos años fui a la mejor boda de mi vida, y estas flores falsas estaban en TODOS lados: en el bouquet de satín, en el moño de la novia, amarradas en los globos blancos pegados en todas las paredes, etc. 
No habían rosas de importación ni orquídeas exóticas por ningún lado, pero la novia estaba más feliz que nunca. Ah, ¡el amor!
La diadema que llamó mi atención me conquistó con su tono rosa/morado…un poco aniñado, lo se. Un par de ganchitos andinos evitan que la diadema se ande “meneando”. Problema resuelto.
Inspirada por los recuerdos de mis atuendos festivos de mi niñez, saqué un vestido vintage que tenía escondido en mi closet y un par de tacones masivos. 
Pensando en musas del rock de los 60s y 70s, partí mi cabello por el centro y apliqué sombras verdes en (lo poco que tengo de) párpados.
¿Lo mejor de todo? La diadema solamente me costó 50 lempiras (menos de $3.00). Aunque conociendo lo que yo pago por mis accesorios, eso ya es de esperarse. ;)