El atuendo de este post es con pantalones pero antes debo confesar algo.
Detesto los pantalones.
Ya había compartido en el blog, entre mis resoluciones de año nuevo, que haría un esfuerzo por usarlos más seguido y tal anuncio público me ha tenido hundida en la culpa.
Pero, ¿por qué tanto disgusto contra una prenda tan práctica?
Antes los usaba bastante. Incluso tengo pruebas de cuando comencé mi primer blog en el 2007. Retrospectiva humillante en 3...2...1...
Miren. esas. botas.
Tampoco es que los he dejado por completo. El problema es que solamente los uso cuando viajo, voy de compras a tiendas de segunda, hace mucho frío para depilarme (jeje) o cuando me siento triste.
Todavía no tengo una explicación clara para tal disgusto, pero se me han ocurrido algunas posibilidades:
- Mis caderas no son las mismas de cuando tenía 16 años.
- Me cuesta muchísimo encontrar el talle perfecto...y además me da pereza probármelos en las tiendas.
- Talvez los usé tanto que me aburrieron.
- Son demasiado fácil de usar.
- Quedé traumatizada por los pantalones a la cadera y camisetas cortas que hace años saturaron las tiendas y le amargaban la vida a mi papá.
- Y la última posibilidad: solamente es una etapa por la que estoy pasando.
Realmente espero que solo sea una etapa. Los pantalones, en especial los de mezclilla (jeans), son tan versátiles y seguros.
Para no sentirme fuera de mi elemento pensé en los años 50 para este atuendo: moño (mi hermanita menor me tuvo que enseñar como hacerlo, que pena), cinta cuadriculada y un bolso super cursi en forma de corazón.
Y lo que hizo este proceso más fácil: Pantalón de mezclilla con cremallera a los lados de las pantorrillas: Jade, Tiendas Carrión.
Veré este atuendo como un paso adelante hacia la conquista de mi fobia por los pantalones.
♥
Fabi
P.D. Ya tengo cuenta en Formspring, hagan sus preguntitas aquí.
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